miércoles, 22 de febrero de 2012

El topo

Cartelera:
El topo (2011), Tomas Alfredson


Adaptar una novela del Sr. John Le Carré es un reto mayúsculo. Servicios secretos, espias, identidades, localizaciones, fechas, lo que se ve, lo que no se ve... lo que no se ve. Un topo es uno de los simbolos por excelencia de lo opaco, lo oculto. Urdir un guión así para que quepa en un largometraje es igual de complicado que desenmascarar al susodicho.
Qué buenos son los británicos cuando se proponen realizar un proyecto poderoso. Actorazos para empezar. Gary Oldman siempre ha sido un artista descomunal, de esos que intimidan. En esta ocasión lo borda en el papel del flemático Smiley, con un registro en las antípodas de sus clásicos papeles histriónicos. Está muy bien acompañado, además, de un buen elenco de compañeros.
Pero puestos a resaltar, hay un aspecto del film que considero verdaderamente impresionante: la dirección artística. Es memorable la ambientación de los interiores en plenos 70's. Uno se siente respirando literalmente en esa época y en esos círculos.
Lo que la peli no puede evitar es su pausado ritmo. No faltarán los comentarios de turno sobre si es lenta, aburrida, etc. No podré estar más en desacuerdo. De lo que se trata es de reproducir sensaciones que proceden de miradas, provocadas por tensiones cimentadas en desconfianza, de ambientes en los que uno no sabe de quien fiarse, de instantes que cortan la respiración si tu vida está en juego. Probablemente, los que defiendan lo anterior tendrán en su casa la colección completa en versión extendida deluxe blue ray de la saga de Misión Imposible de Tom Cruise.
Ésta es una obra cuidada, tejida artesanalmente con hilo fino. Compleja, porque los asuntos de espionaje e identidades dobles lo eran. No por casualidad el mencionado autor de la novela formó parte realmente del servicio secreto británico.
No se puede ir a ver esta película cansado. Es un cuadro preciosista que exige ser observado de cerca, con absoluta atención y colírio en la mano: si parpadeas te pierdes la mitad.

PARA: los que disfrutan con el cine inteligente de espionaje
ABSTENERSE: los que ahora hayan pensado en James Bond

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